Historia de Hermanas Dominicas de Santa Rosa de Lima

CONGREGACIÓN DE HERMANAS DOMINICAS

DE SANTA ROSA DE LIMA

CARISMA El término CARISMA (del griego charis) hace referencia a un objeto u operación que Dios regala a los seres humanos y que les provoca bienestar. De la misma raíz vienen las palabras gratis, gratuito, gracia y caridad. Siempre se refieren a dones generosos por parte de Dios e inmerecidos por parte del hombre. Los carismas que Dios regala, los da para el bien de la Comunidad y la extensión de la Iglesia. Para San Pablo, el criterio último y definitivo, es la CARIDAD, la que impulsa el crecimiento continuo y ordenado de la Iglesia hasta la medida del hombre perfecto que es Cristo.

VER: La vida consagrada en Venezuela ha dado respuestas muy positivas a las urgencias y necesidades de la Iglesia particular, especialmente en la atención a las parroquias y vicarías, enriqueciendo así con su carisma, el conjunto de esa Iglesia. Sin embargo, la búsqueda de compromisos apostólicos más adecuados a la índole carismática de los institutos no siempre ha sido suficientemente entendida y valorada. En el caso de las comunidadesJUZGAR: En Venezuela existen muchos institutos que nacieron para misiones concretas. Sus fundadores escucharon los dolores, ignorancias y miserias de la gente de su tiempo, que interpretaron como voz de Dios y buscaron caminos de solución, en la mayoría de los casos teniendo que superar incomprensiones y hasta persecuciones. femeninas se añade a veces la poca aceptación e integración de su trabajo en la pastoral de conjunto. (Doc.conc. Vida Consagrada en Vzla 35)

Hoy, en un mundo no terminado, conviviendo con el escándalo de grandes pobrezas y exclusiones, en una Venezuela que busca su futuro, otros hombres y mujeres se ofrecen a continuar en ella aquellos caminos sugeridos por Dios. Es propio de la vida consagrada tener una fidelidad creativa en las respuestas, y ser constantes en los trabajos y siembra del Evangelio desde las obras de misericordia. (Doc.Conc. Vida Consagrada en Vzla 72).

ACTUAR: Ante el poco número y progresivo envejecimiento de algunos miembros en los diversos institutos, para mantener las obras y trabajos que llevan y, a la vez, reconociendo la riqueza que supone Nuestra Congregación de Hermanas Dominicas de Santa Rosa de Lima, fue fundada en Mérida, Venezuela, el 05 de julio de 1900 por la Madre Georgina Febres Cordero Troconis y Madre Julia Picón Febres, para el servicio de evangelización de los pobres al estilo de Jesús, definido en las Bienaventuranzas. A partir de 1924 formamos parte de la Familia Dominicana fundada por Santo Domingo de Guzmán en el siglo XIII, para la Contemplación y Predicación; enriqueciendo así nuestro carisma fundacional. que una parte del laicado de manera cada vez mayor comparte los carismas de la vida consagrada, tomar como orientación no cerrar obras de Iglesia y para ello favorecer la corresponsabilidad de todo el Pueblo de Dios (Doc. Conc. Vida Consagrada en Vzla 98).Este Concilio pide finalmente a las personas consagradas, que busquen la fidelidad creativa a lo más profundo de lo que significa en cuanto memorial de Dios y su Reino…Y espera la aportación de numerosos/numerosas jóvenes consagrados/consagradas que, habiendo sentido la invitación a dejarlo todo por lo único necesario, hagan de la entrega total a Dios un camino lleno de sentido y de frutos a favor de la Iglesia y de Venezuela. De ellos también se espera una gran historia que construir. (Doc. Conc. Vida Consagrada en Vzla 131). HERMANAS DOMINICAS DE SANTA ROSA DE LIMA

Nuestra Congregación de Hermanas Dominicas de Santa Rosa de Lima, fue fundada en Mérida, Venezuela, el 05 de julio de 1900 por la Madre Georgina Febres Cordero Troconis y Madre Julia Picón Febres, para el servicio de evangelización de los pobres al estilo de Jesús, definido en las Bienaventuranzas. A partir de 1924 formamos parte de la Familia Dominicana fundada por Santo Domingo de Guzmán en el siglo XIII, para la Contemplación y Predicación; enriqueciendo así nuestro carisma fundacional.

La pobreza extrema y la necesidad de asistencia de los Cristos sufrientes de la época movieron a nuestras fundadoras para tomar la decisión de responder afirmativamente a la nueva inquietud evangelizadora. Allí en el trabajo áspero y sacrificado, que implicó humildad y sencillez, alegría, fortaleza y sobre todo fe, se solidificó el servicio de la Madre Georgina y la Madre Julia, dejando establecida, de esta forma, la línea de acción de sus futuras hermanas.

Don Tulio Febres Cordero, padre de las letras merideñas escribe en el discurso enmarcando en la celebración de la aprobación canónica de la Congregación el 21 de febrero de 1903:

Nuestro sabio y virtuoso Prelado, el Ilmo. Dr. Antonio Ramón Silva, queriendo grabar de un modo indeleble el recuerdo de esta fiesta de la cristiandad, erige por primera vez entre nosotros una Congregación propia de Hermanas de la Caridad, bajo la dúbil significativa protección de Santa Rosa de Lima … Vosotras, piadosas hermanas, que tenéis la gloria de ser fundadoras de esta benéfica Congregación, seguís las huellas de sus pasos … velando día y noche junto al lecho del dolor, con la medicina en una mano y el Santo Crucifijo en la otra, sin que os rinda el insomnio ni el cansancio, ni ante las escenas más desgarradoras del sufrimiento.

Veinticuatro años después de haberse fundado la Congregación, ésta es anexada a la Orden de Predicadores y, a partir de esa fecha aparecen con mayor nitidez los rasgos de su espiritualidad. Una espiritualidad encarnada en el mundo de los más necesitados, una vivencia comunitaria de la oración y la liturgia, un hablar a los hombres de Dios y un hablar a Dios de los hombres

Se fijó la imposición del hábito dominicano para el día 7 de octubre de 1924. Desde ese momento las Hermanas de la Caridad de Santa Rosa de Lima comienzan a llamarse Hermanas Dominicas de la Caridad de Santa Rosa de Lima, cambiando el hábito negro que usaban por el hábito blanco de Santo Domingo. El 22 de enero de 1904 la Madre Georgina se dirige a San Cristóbal con el fin de realizar la primera fundación, haciéndose cargo del Asilo de Huérfanos de esa ciudad. Diez meses después se realiza la segunda fundación en el Estado Táchira: se encargan del Hospital Padre Justo en Rubio. Las pruebas y angustias también continúan, la Madre Georgina siente que va desgastándose su salud, lo cual le imposibilita a continuar al frente de la Congregación, es entonces cuando Mons. Silva en unión del Pbro. Evaristo Ramírez, Director espiritual de la Congregación, le autoriza para ausentarse temporalmente a causa de su salud, tomando su cargo la Madre Julia Picón Febres, en el año 1909.

Fue la Madre Julia Picón Febres gran amante del Santísimo Sacramento. Durante su gobierno la Congregación continuó expandiéndose, encargándose del Hospital de Trujillo en 1917 y fundando la Casa San José de la Sierra, para niñas huérfanas en 1918. En el año 1923 Mons. Silva pone al frente de la Congregación a la Madre Luisa Lares Ruíz. Durante este periodo se da la anexión a la Orden de Predicadores, se celebra el primer Capítulo General (1925), se imprimen las primeras Constituciones de la Congregación y se dejan encaminadas las fundaciones del Hospital San Antonio de La Grita (1930) y el Hospital San José de Tovar (1931).

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