Vida y obra de la Madre Georgina
Madre
Georgina Josefa del Carmen Febres Cordero Troconis.
Nace en Mérida (Venezuela), el
16 de Noviembre de 1861.
Sus Padres:
Dr. Foción Fébres
Cordero y Doña Georgina Troconis, le brindaron
un hogar cimentado en la Fe Católica, donde reinaba
el amor que la impulso a buscar la
voluntad de Dios en su vida.
Hermanos: Foción,
Tulio, Bartolomé, Ma. Teresa, José, Rafael, Fabio, Josefa, Antonio Miguel,
Gabriel y María del Rosario.
El
19 de diciembre del año 1861, nació a la vida Cristiana en la fuente bautismal
de la Capilla del Carmen, siendo sus padrinos: Pedro Antonio Febres Cordero
(primo hermano de Foción) en representación de Fabio Febres Cordero y Sofía
Febres Cordero (tía paterna). Como era costumbre en aquella época, siendo aún
una niña, recibió el Sacramento de la Confirmación el 23 de febrero de 1862,
siendo madrina Luis Ana Troconis de Guerrero (tía materna).
Georgina fue
preparada esmeradamente por sus Padres, para recibir la Sagrada Comunión, el
día 08 de Diciembre de 1870, en la Parroquia Sagrario en Mérida.

Fue una Joven: Alegre
y Jovial, noble, dinámica y festiva, La Joven Georgina fue agradable a los ojos
de Dios quien la eligió, la amo y la Santifico según sus designios Divinos
Toda su
Juventud transcurrió en su hogar,
consagrada a la atención de su Padre y la esmerada solicitud por el servicio a
sus hermanos.
Carácter
emprendedor y activo, voluntad enérgica
y tenaz inteligencia clara y penetrante, capaz de tanta amplitud como
profundidad, pero al mismo tiempo, sus hermanos dicen en sus cartas que era sensible, fina y delicada, suave y
serena. Era decidida y perseverante, incansable en el trabajo duro y
sacrificado. Heredo las cualidades de su mamá.
Su temperamento ideal para las cosas
grandes, pero humilde y sencilla. No la detenían los fracasos, ni daba
importancia a los aplausos. Se fijó una meta. “correr tras las huellas de
Cristo”. Y llego con El, llevando su cruz con alegría.

2 MADRE GEORGINA: CAMINO DE SANTIDAD : En la vida de la Madre Georgina, el ambiente familiar constituyó el primer santuario donde se fue forjando su personalidad, creciendo su espíritu de servicio y alcanzando poco a poco la santidad que la llevó a convertirse en una mujer ejemplar. Fue en la familia, donde se le inculcaron los valores y principios cristianos que hicieron de ella, una mujer comprometida con la causa de los necesitados, ya que precisamente le tocó vivir en una sociedad convulsionada por las guerras, causante de tantas desgracias, aún en el campo religioso. Su familia fue el primer santuario donde aprendió a amar a Dios y a servir al prójimo, como Los Febres Cordero, estirpe de santos. En el tronco del linaje del cual procede la Madre Georgina Josefa del Carmen Febres Cordero Troconis, nos encontramos con dos personajes que llevaron una vida ejemplar, reconocida por la Iglesia en los procesos de beatificación y canonización que se siguieron a cada uno de ellos: nos referimos a San Miguel Febres Cordero y al Venerable José Gregorio Hernández Cisneros. San Miguel Febres Cordero, la Sierva de Dios Georgina Febres Cordero y el Venerable José Gregorio Hernández Cisneros, son contemporáneos, y cada uno de ellos en su respectivo terruño, fue testigo de Jesucristo en la misión que se les confió y que desempeñaron con fidelidad Cómo fue su educación? En la colonia, la institución que se dedicaba a la educación primaria era la Iglesia, debido a que las pocas escuelas estaban en los conventos; y donde éstos no existían, era el párroco, el escribano, o algún aficionado a la pedagogía, quienes fundaban escuelas rudimentarias para determinados niños. Los gobiernos no se preocupaban por el sostenimiento de escuelas, “no por indiferencia ni espíritu hostil a la cultura, sino porque desde la Edad Media la tarea de enseñar niños de las primeras letras no se consideraba como obligación del Gobierno, sino como función de carácter muy particular y potestativa en los padres de familia”. Conociendo las costumbres de la época, podemos afirmar que Georgina Así como el hogar fue su primer santuario, sin lugar a duda fue también, no sólo su primera escuela, sino el lugar donde formó el carácter y el intelecto que le llevó a convertirse en una de las mujeres más emprendedoras de su tiempo. No fue una vida fácil. La muerte inesperada de su Madre, marcó la vida de la para entonces adolescente Georgina, quien contaba con apenas 12 años de edad. Pero esta situación la pudo superar rápidamente gracias a la confianza que siempre depositó en Dios, y al calor de un hogar donde se le inculcaron valores y principios, que le permitieron asumir una nueva etapa de su vida en ese santuario, en el cual va a desempeñar su primera gran misión al servicio de su propia familia. Aquí se cumple aquel adagio donde se afirma que “el amor es más fuerte que la muerte”. Su padre escribe a sus hijos una carta donde les dice: “vuestra Madre no os legó bienes de fortuna, quizás yo tampoco puedo dejaros nada material; pero ambos os legamos estos consejos como un patrimonio. Seguidlos, y aunque la fortuna os niegue sus bienes materiales, tendréis siempre en vuestro proceder y en la tranquilidad de vuestra conciencia una riqueza inestimable. Estas palabras denotan la profundidad de la formación que Georgina recibió en el hogar y que le enseñan en SU VIDA VOCACIONAL que Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres.




GÉNESIS DE
LA CONGREGACIÓN DE HERMANAS DE LA CARIDAD DE SANTA ROSA DE LIMA. En 1892 las Hermanas de
la Caridad de Santa Ana se encuentran regentando el hospital San Juan de Dios.
Georgina es novicia de las Clarisas, pero viendo que no podía profesar por orden
del Gobierno que decretó cerrar todo los conventos de Vzla. Desapropiándolos de
todos los bienes, resolvió con la aprobación de su padre y de las Autoridades
superiores ingresa a la comunidad de santa Ana, un el
08 DE SEPTIEMBRE DE 1892 día de la natividad de la Sma. Virgen.
Las
hermanas la recibieron con tierno cariño y a su tiempo profesó, siendo modelo
de obediencia y abnegación. Para ella era el trabajo más penoso, por propia
elección, lo hacía todo con tal naturalidad que edificaba, sin descuidar su
íntima comunicación con Dios- esmerada y solicita en atender a quien tenía
necesidad curaba los cuerpos para salvar las almas en la asistencia de los enfermos,
ancianos, lisiados, mutilados por las sangrientas guerras de la época, donde
faltaba hasta lo más necesario. Lo peor de todo, la inseguridad personal que
había por todas partes. En 1897 la comunidad de santa Ana vive momentos de
temor en las calles hay luchas, era entonces el gobierno de Guzmán Blanco, se
escuchan rumores de guerra y de expulsión de religiosos y religiosas. Escasean
los alimentos, y los pobres enfermos apenas tienen que comer Ante la situación
que están viviendo aguardan con gran paz, esperando cumplir la voluntad del
Señor. Llega la orden a las hermanas desde España, de suspender la fundación y
entregar el hospital la Madre Georgina, junto a la Madre Julia y la hermana
Herminia se sienten muy mal al tener que dejar abandonados los enfermos. En su
oración frente a Jesús en el sagrario repetían “tú no nos dejaras ir” las
hermanas de Santa Ana tuvieron que abandonar el país pero las
hermanas Georgina, Julia y Herminia se
hacen cargo del Hospital San Juan de Dios, el 5 de julio de 1900. El gobierno
suspendió la ayuda monetaria al hospital y las hermanas tenían que ir por las
calles pidiendo limosna para cubrir las necesidades básicas de los enfermos que
allí se encontraban, el trabajo era
abrumador pero el amor ponía en fuga el cansancio, pues tenían que lavar hasta las
vendas de los enfermos con llagas, porque no tenían recursos.
El
año de 1903 fue fructífero para la novel congregación, ya que el 20 de febrero
de ese año la Madre Georgina hizo la profesión perpetua ante Monseñor Antonio
Ramón Silva, y al día siguiente 21 de Febrero se realizó la erección canónica
de la Congregación Diocesana de Hermanas de la Caridad de Santa Rosa
de Lima, en el marco de los 25 años de pontificado el papa León XIII. Este acto
tuvo gran resonancia a nivel nacional e internacional
Esta
experiencia religiosa motivó a otras jóvenes a ingresar a la congregación,
iniciándose un despertar vocacional, sin contar con una gran cantidad de
voluntarios que jugaron un papel importante para el impulso de la nueva
congregación. En esta época las hermanas tenían que atender la consecuencia de
la crisis, Tal era el trabajo que no les daba tiempo ni para comer. Asi e
lo expresa la Madre en carta a lmo. Sr. Dr. Antonio María Durán:
“Grandes son las dificultades con que
tropezamos, es verdad, pero más grande es aún la misericordia de nuestro divino
Esposo, pues además de los consuelos con que se digna fortalecernos en nuestros
trabajos, también se ha dignado aumentar el pequeño número de Has. Que había
para el día de la erección; hoy somos once y otra está en víspera de entrar,
muchas más hubiera si no fuera por la escasez de recursos, pues hay muchas
vocaciones.”
4 MADRE GEORGINA COMO EDUCADORA: Con un pequeño grupo de hermanas, capacitadas para la Educación, la buena Madre lanzó la semilla a otros campos que no era la asistencia de enfermos.

En
octubre de 1904, la Madre Georgina junto a la Madre Julia Picón, la Hna. Josefa
Moreno y la Hna. Antonia Pino, realizan esta segunda fundación, en el Estado
Táchira, el Hospital Padre Justo, en Rubio. Esta fundación como la de Mérida
tuvo en sus comienzos dificultades económicas por lo cual La Madre Georgina
permanece allí hasta diciembre tratando de dejar en mejores condiciones a las
hermanas.

Sobre
la educación la madre Georgina manifiesta pensando en una próxima fundación para
niñas pobres: “ Entre los fines piadosos que nos proponemos llevar a cabo, con
el favor de Dios y la buena voluntad de los habitantes de Mérida, está la de la
fundación de una casa cuna para las niñas desvalidas, que venga a servir de
recogimiento y enseñanza prácticas para esas criaturas que obligadas por la
miserias y otras tristísimas causas se ven vagar por nuestras calles,
entregadas a la mendicidad y condenadas desde la infancia a extraviarse de la
senda de la virtud y del trabajo honesto, por el completo desamparo social y
material que viven” (carta al presidente de la Legislatura del Edo).
en
1.917, la señora Josefa de Salas dona a la congregación una casita en Milla que
será hogar de estas niñas. Luego el 26 de abril de 1.918 la Madre Julia Picón
Febres funda el tan anhelado un albergue para niñas pobres y huérfanas. Este
recinto luego de casi 100 años de existencia puede recoger incontables
historias de muchas niñas, algunas de ellas carentes de protección y abrigo,
que dentro de esta institución encontraron todo lo que necesitaban: alimento
para el alma y el cuerpo, formación, educación y actualmente funciona el U. E.
Colegio “San José de la Sierra” que se
ha convertido en el transcurso del tiempo en una institución emblemática para
Mérida
Muy emocionada estoy de leer la biografia de mi tia abuela Madre Georgina Josefa del Carmen Febres Cordero Troconis, Dios me de salud y los recursos para poder ir a Merida a conocer las Instituciones y las personas que han seguido la obra de mi tia abuela la Madre Georgina Febres Cordero. Mi nombre es Thamara Milanes Febres-Cordero soy hija de Carmen Georgina Febres Cordero Candales, hija de Gabriel Febres Cordero Troconis hermano de la Madre Georgina Febres Cordero Troconis. Mi numero contacto 04143226383 y 04242162943. Vivo en Caracas
ResponderEliminarWaoooo Espero ya haya podido ir a Merida Saludos desde Maracay un Abrazo Thamara
ResponderEliminarsi tu estas emocionada mas lo estoy yo. mil bendiciones
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